sábado, 15 de septiembre de 2012

Risotto marinero con almejas y langostinos

Una receta nada complicada de hacer. Cuando la probéis, pensaréis dos veces lo de salir los domingos a comer fuera de casa.


Material:

Para cuatro personas

- Arroz (cantidad 4 tacitas de café)
- 1 Cebolla
- 2 ó 3 Dientes de ajo (depende del grosor y al gusto de cada uno)
- 16 Langostinos (pueden ser congelados perfectamente, así reducimos gasto)
- 16 Almejas (hay una almeja que se llama japonesa, que sale bien, y es más barata que la gallega)
- Fumé de pescado (podéis comprarlo de brik, pero no cuesta nada hacerlo en casa y el resultado es   mucho mejor), sólo con una cabeza de rape y pescado de roca o de sopa, un puerro, perejil, el verde de una cebolleta o una cebolla.
- Vino blanco
- Aceite de oliva
- Harina
- Sal
- Perejil

Manos a la obra:

Para hacer el fumé ponemos todos los ingredientes con una pizca de sal en un olla con agua. Dejamos hervir unos 25-30 minutos, veremos que hace una espumita, ésta la retiramos con un cacillo, y ya está hecho!. El fumé sobrante lo colamos y para la noche con un poco de pasta podemos hacer una sopita. Si no lo vamos a utilizar en pocos días os recomiendo que lo congeléis. Siempre va bien tener estos tipos de caldo para cocinar otros platos.

Picamos la cebolla bien pequeñita. Cortamos los ajos en láminas. Pelamos los langostinos reservando las pieles y cabezas.
En una sartén con un poco de aceite, salteamos las cabezas y pieles de los langostinos, añadimos una pizca de sal. Veréis que cambian de color rápidamente, cocinamos durante 2-3 minutos. Retiramos del fuego. Volcamos todo en un colador o un chino, (que es otro tipo de colador en forma de cono metálico y con los agujeritos muy pequeños), con un bol o plato debajo y machacamos las pieles y cabezas con la ayuda de una cuchara o mano de mortero, así conseguiremos extraer todo el juguito y sabor de los langostinos, reservamos.
En una sartén de nuevo, echamos aceite (2 ó 3 cucharadas) junto con los ajos laminados. Cuando los ajos empiecen a "bailar" (ojo! que no se nos quemen), añadimos una cucharadita de harina, removemos para que se cocine un poco, e incorporamos las almejas con un chorrito de vino blanco. Cuando las almejas empiecen a abrirse añadimos los langostinos pelados. Dejamos cocinar hasta que las almejas se hayan abierto y los langostinos hayan cambiado a un color rosita, este proceso es corto ya que no nos interesa que el langostino se pase, espolvoreamos con perejil y reservamos.
En una cazuela con un poco de aceite, rehogamos la cebolla y un ajito bien picado, a fuego medio-bajo. No queremos que se dore sólo que quede transparente. Subimos un poco el fuego y añadimos el arroz, rehogamos (así conseguiremos que no se apelmace). Añadimos el fumé (templado) hasta que cubra (justito) el arroz, removemos. Echamos una pizca de sal. Cuando casi se haya consumido el caldo, volvemos a echar otro cacillo del fumé, removemos de nuevo el arroz. Así todo el rato hasta que el arroz esté cocido. Este paso es importante para darle el aspecto de risotto. Rectificamos de sal al final ya que el caldo irá reduciendo y concentrando los sabores. Prácticamente al final de la cocción le añadimos el aceite de langostinos que teníamos reservado, esto le da un toque estupendo. Y así, lo hemos aprovechado todo!.
Y bien, ya lo tenemos, emplatamos y a ¡comer!.

Presentación:

Disponemos el arroz en el plato y por encima colocamos las almejas y los langostinos que teníamos reservados en la sartén. Regamos con la salsita que ha quedado de las almejitas, el vino...y ¡ listo !.
¡ Buen provecho !



1 comentario:

  1. fantastica receta,me ha sorprendido,muy buena y rica.FELICIDADES!!!!!

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