Sopa de pollo con jamón y huevo

Va a empezar el fresquito...y lo mejor para ponernos el cuerpo a tono es,

una ¡buena sopita casera!

Material:

Para una buena sopa, necesitamos un buen caldo. Vamos a hacer un caldito de pollo sencillo, pero no por eso significará que será peor.

El caldo para 4 - 6 personas aproximadamente:

- 3 Carcasas de pollo (si tenéis restos de alitas o muslitos, también los añadimos, así aprovechamos todo).

- 1 Puerro

- 2 ó 3 Zanahorias

- 1 Cebolla

- 1 Rama de Apio

Nota: También podéis comprar las bandejitas que venden preparadas para caldo. Pero, personalmente creo, que en estas bandejas hay mucha zanahoria y poca "chicha"!. Si que es verdad, que llevan nabo y chirivía, pero en mi caso no suelo ponerlo, pero si os apetece, adelante!

Para la sopa:

- 1 Huevo duro por persona

- 1 Rodajita de jamón, (del país, serrano...si tenéis ibérico, mejor lo reservamos para una torradita!), por persona. Con jamón dulce también queda chupi!!!

Manos a la obra:

Voy a explicar la receta haciéndola en una olla convencional, pero quién tenga olla exprés, (yo no tengo, la pediré para reyes a ver si cae...!), es exactamente lo mismo. Lo que conseguiréis con la exprés es ahorrar mucho tiempo.

Bien, limpiamos y pelamos las verduras. Las troceamos, no hace falta que sean trozos muy pequeños. Si veis que la parte verde del puerro está bien, le hacemos unos cortes y lo limpiamos debajo del grifo para quitarle la arenilla que pueda tener. Si es así, reservamos para añadirlo a nuestro caldo.

Una vez hecho esto, cogemos la olla, que sea grandecita, convencional o exprés y la ponemos al fuego, medio-alto. Acto seguido añadimos (sin agua) las carcasas de pollo, (normalmente vienen limpias, pero si os da manía pasarlas por el grifo y luego secarlas un poco), y las verduras troceadas, menos el apio y lo verde del puerro.

Aquí está el "quid de la cuestión"! Lo que tenemos que hacer es dorar ese pollito con nuestras verduras antes de echarle el agua. Conseguiremos que el caldo quede más sabroso y obtendrá un color doradito muy tentador...

Una vez lo tenemos doradito, incorporamos el agua, añadimos el apio y lo verde del puerro que habíamos reservado, bajamos el fuego, medio-bajo y tapamos la olla. Podéis poner sal desde un principio, pero aconsejo que no sea mucha, mejor rectificar al final ya que el líquido irá reduciendo un poco y concentrando sabores y según la cantidad de sal que hayáis puesto puede quedar salado.

Ahora, si estamos con una olla convencional es cuestión de paciencia...!, podemos hablar de 2, 3 ó 4 horas, cuánto más tiempo esté haciendo chup-chup, más sabroso queda. Los privilegiados de olla exprés, creo que en unos 45 minutos lo tienen listo, pero no lo puedo asegurar. Vosotros lo sabréis mejor que yo.

Durante la cocción irá apareciendo una espumilla, ésta la hemos de retirar con un cacillo, ya que son las impurezas que pueda tener el pollo y las verduras.

...TIC, TAC, TIC, TAC, mientras pasa el tiempo, que podemos aprovechar para hacer otras cosas, la cocina se va impregnando de ese olorcito a caldo casero, que cualquiera que esté en casa no podrá evitar decir: uhmm! qué bien huele!, es muy hogareño...!!!!!

Si veis que el líquido se reduce mucho, podéis añadir más agua, pero si lo tenemos a fuego lento, evitaremos que se evapore lo mínimo posible. Si añadimos mucha agua porque nos ha reducido mucho (por ejemplo a la mitad), le quitaremos toda la gracia, necesitaremos más tiempo y no conseguiremos que el agua adopte todos los sabores. Por eso es importante hacerlo a fuego lento!. Si casi al final, queremos alargar la cantidad de líquido, y recuperar lo que se nos ha evaporado, añadimos un poco más de agua , no pasa nada, ya que nuestro caldo ya tendrá todos sus sabores transmitidos.

Bien, una vez pasado el tiempo, apagamos y listo! Lo más difícil ya está hecho!.

Retiramos el pollo y lo reservamos en un recipiente, cuando se haya enfriado lo tapamos con papel film o en un tupper y lo guardamos en la nevera. Porque mañana o pasado tres días (no pasa nada), haremos unas croquetas para chuparnos los dedos!!!!.

Con el resto, solamente hemos de colarlo en otra olla o recipiente. Con las verduras podéis tirarlas o si a alguien le apetece añadirlas a la sopa, ¿por qué, no?.

Sólo nos queda trocear los huevos duros y el jamoncito y reservarlos hasta la hora de servir la sopa.

Presentación:

Mi propuesta es hacer un montoncito en medio del plato con el jamón y el huevo, y luego verter el caldo bien calentito. Pero podéis hacerlo como más os apetezca, el huevo a rodajas, el jamón a tiras, etc.

Si os sobra caldo y no vais a hacer más sopa. Lo congelamos, ¡este líquido es muy valioso para otros platos...!

¡ Buen provecho !