domingo, 25 de noviembre de 2012

Albóndigas caseras con mejillones (receta ganadora "15è premi de cuina Bonpreu-Esclat", más info ver entrada PREMIO)

Un plato, de los que etiquetamos como... ¡mar y montaña!
La humildad del mejillón y unas buenas albóndigas caseras...
¡¡¡Felicitación asegurada en la mesa!!!!!
Material:
Para 4 personas
- 1 Kg de Mejillones (si podéis escoger de roca mejor, son más fáciles de limpiar, y aunque parezcan pequeños tienen carne, estéticamente quedan mejor, y suelen ser más sabrosos)
- Carne picada de cerdo y ternera (unos 400 gr. las típicas bandejitas que venden de ternera y cerdo, ya mezclada)
- 4 ó 5 Dientes de ajo
- 1 Lata de tomate triturado (natural)
- 1 Cebolleta
- 1/2 Pimiento verde (si es pequeño, lo utilizaremos entero)
- 1 Cebolla
- 1 Zanahoria pequeña
- 1 Puerro pequeño
- 1 Huevo
- 1/2 Vaso de vino blanco
- Harina
- Sal, pimienta, aceite de oliva
- Granos de pimienta negra
- 1 Cucharada de pan rallado
- 1 Hojita de laurel
Manos a la obra:
Empezaremos abriendo los mejillones: antes los limpiamos debajo del grifo y les quitamos las barbas, con la ayuda de un cuchillo y dándole un tirón. Los vamos incorporando en una cazuela. Cuando ya los tengamos todos, añadimos 1/2 vaso de agua, 1/2 vaso de vino blanco, una o dos hojitas de laurel y unos granos de pimienta negra, tapamos. Encendemos el fuego (medio) y ponemos nuestra cazuela.
Cuando ya se hayan abierto (es un proceso muy rápido, cuando la cazuela empieza a coger vapor se abren en seguida). Apagamos el fuego, importante no dejarlos más tiempo cocinando porque se pasarían, y quedarían "gomosos". Reservamos.
Las albóndigas: en un bol ponemos la carne picada, 2 ajos bien picaditos, perejil también bien picadito (un puñadito hermoso), salpimentamos. Con un tenedor vamos chafando la carne y mezclándola con los ingredientes. Añadimos un huevo (mediano), chafamos y mezclamos. Añadimos un chorrito de aceite de oliva, mezclamos y por último una cucharada (aproximadamente) de pan rallado, con esto conseguiremos que la masa tenga más consistencia. Mezclamos bien.
Hacemos las bolitas de albóndigas, con una cuchara vamos cogiendo porciones y con las manos moldeamos. Si vemos que la mezcla queda demasiado blanda, añadimos más pan rallado.
Hay un "truqui", para evitar que se nos enganchen en la manos, con un poco de agua vamos humedeciendo las manos mientras vamos formando nuestras albóndigas y es ¡mano de santo!, nunca mejor dicho, después de este descubrimiento, es imposible que te de pereza hacer albóndigas caseras!!!
Tenéis que calcular un poco las unidades que queráis, a mi me salieron 10 pero las hice muy hermosas, para cuatro personas salen 12 unidades perfectamente, 3 albóndigas por persona más los mejillones creo que es correcto, pero como siempre digo..para gustos y estómagos, colores!!!
Bien, una vez moldeadas, ponemos una sartén al fuego (medio-alto) con bastante aceite, para hacer una fritura. Pasamos las albóndigas por harina, quitamos el exceso de harina pasando la albóndiga de mano en mano y cuando esté el aceite caliente las freímos. Tienen que quedar doraditas. Retiramos y las reservamos en un plato con un papel absorbente para quitar el exceso de grasa.
La salsa de tomate: en una sartén con un poco de aceite a fuego (medio), incorporamos 2 dientes de ajo, la cebolleta y el pimiento, todo bien picadito. Dejamos que las verduritas se doren un poco y se ablanden. Añadimos la lata de tomate triturado. Salpimentamos y añadimos un poco de azúcar, para quitarle posible acidez al tomate. Cocinamos hasta que el tomate haya reducido prácticamente todo su líquido. Probamos y rectificamos de sal, pimienta.. al gusto de cada uno! Reservamos.
Y ya, paso final!!!:
Cortamos la cebolla, la zanahoria y el puerro en juliana (tiras finas). En una cazuela grandecita (porque tendremos que poner las albóndigas y los "mejis"), añadimos un chorrito de aceite. La ponemos al fuego (medio) y salteamos las verduras, hasta que cojan un color doradito (pero sin pasarnos). Añadimos nuestras estupendas albóndigas, damos unas vueltitas y añadimos la salsa de tomate, más vueltitas para mezclar bien los sabores. Mientras colamos el caldito que nos ha quedado en la cazuela de los mejillones. Lo incorporamos a las albóndigas y dejamos que la magia siga...chup-chup!!!!
Si veis que hay mucho caldo, no lo incorporéis todo, reserváis por si luego falta, lo interesante es cubrir las albóndigas, el caldo irá reduciendo y la harina ayudará a espesar un poco la salsa. No es mucho rato, unos 20- 25 minutos aproximadamente, dependiendo, como siempre, del tipo de fuego y cantidades.
Cuando haya pasado este momento mágico...que se han armonizado los sabores y la salsa ha adquirido la textura ideal, es el momento de rematar con nuestros mejillones. Los incorporamos en la cazuela, mezclamos bien, tapamos y lo dejamos 2 minutos, apagamos el fuego y listo!!!!
Nota: Es un plato que de un día para otro queda perfecto, además podéis adelantar pasos, por ejemplo, la salsa de tomate puede estar hecha del día anterior, las albóndigas (una vez fritas) también, incluso los mejillones (los guardáis tal cual con el caldo en la nevera bien tapados, y se pueden utilizar para la receta y para una tapita!!!!).
Presentación:
Poco secreto, ponemos las unidades de albóndigas que hayamos decidido por comensal, los mejillones y salseamos con el juguito de la cocción.
Hombre! es gracioso presentarlo en cazuelitas de barro, pero si lo presentáis en platos, no modificará para nada el sabor!!!!!!!!
¡ Buen provecho !











3 comentarios:

  1. Mmmmmm!!!!!Jo vull que les facis quan estigui a Barcelona!!!!Mar i muntanya! Qué bueno!!!!Viquita

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    1. Jeeeeeeeeee, tus deseos son órdenes...!!! pero luego me invitas a unas cañas, no? Madrileña!!! jeeeeeeeeee
      ¡Muacs!!!

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